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Vientiane: capital de Laos
La historia se repite en la mayoría de países que fueron colonizados.
Cuando llegan los colonos, en este caso los franceses, ponen la capital en un sitio. Cuando vuelve el gobierno local, vuelve a cambiar la capital como símbolo de poder y victoria y así varias veces.
El resultado es que Vientiane no estaba hecha para ser capital. En mi opinión, le faltan esos aires de grandeza de las capitales asiáticas, le falta población, no tiene calles bonitas, no es espiritual a pesar de que tiene templos budistas…Es un bicho raro en Asia.
Bolaven plateau II: de Tad Lo a Pakse
Tad Lo es el pueblo ideal del Bolaven Plateau para quedarse dos días.
En el mismo pueblo está esta cascada donde te puedes bañar si te atreves, claro! También se puede ir caminando por la selva hasta Tad Suong, a unso 12km. Desde la parte de arriba de Tad Suong se tienen vistas de todo el Bolaven Plateau
Por la tarde, casi siempre me gusta tirarme en una hamaca, beber té o cerveza y leer pero en Tad Lo encontré otro entretenimiento, una partida de petanca!! Yo creo que es el juego nacional porque tanto niños como mayores están todo el día “dale que te pego” y enseguida te invitan a jugar.
No me extraña que la gente se levante en cuanto sale el sol, se salgan al patio a hacer una hoguera y se siente toda la familia en cuclillas alrededor. La noche en estas montañas de Laos es muy fría, aquí no tienen radiadores (no se cómo aguantan) y las casas de paja no aíslan del frío…¡¡Vaya noche he pasado!!
Bolaven Plateau I: la tribu Katu
Hoy es el primer día de mi recorrido en moto por el Bolaven Plateau. Me lanzo a la aventura con una Honda 125cc!
Los que me conocéis sabéis que tengo pasión por las cascadas y el Bolaven Plateau está lleno. Mi primera parada es Tad Phasuam. Aquí no te puedes bañar pero está bien para darse un paseo, tomarte una coca tirada en la hierba y hacer fotos.
Sigo con la moto montaña arriba y tomo un desvío buscando una cascada que aunque no estaba en el mapa me la había recomendado un viajero. Tomé el camino equivocado pero esto supuso algo único y sorprendente: mi encuentro con dos mujeres de la etnia Katu. No pudimos hablar, sólo nos reíamos y mirábamos con curiosidad.
Según he leído, de esta etnia solo quedan 15.000 personas y se acabaran extinguiendo porque las condiciones de vida precarias junto con los malos hábitos de los Katu hacen que mueran pronto. Es evidente que las dilataciones de las orejas y los collares son la característica más peculiar y encantadora de estas mujeres.
Organizando la ruta en moto por el Bolaven
Este es el mapa que dan en todos los sitios para recorrer el Bolaven y es más que suficiente para no perderse.
La duración de la ruta tendrás que pensarla en función del clima y el tiempo que tengas.
No tengas miedo a conducir porque apenas hay tráfico. Lo dice una que en España tiene carnet de coche y no lo usa porque es una acojonada 😀 En Pakse se pueden alquilar motos de marchas por 40.000 kips = 3.90 Euros/día pero yo como no tengo mucha práctica con las marchas, alquilé una automática por 90.000Kips = 8.20 Euros/día.
¿Qué llevar? Pues yo me fui con ropa puesta más un cambio de pantalón, camiseta y forro polar. Toalla y bikini para las cascadas. También me llevé el saco de dormir porque por la noche hace un frío… Si volviera me llevaría una cazadora y un gorro.
Vang Vieng II: tubing
Pobre Vang Vieng…su pasado le está pasando factura.
Me sorprende que muchos viajeros no quisieran hacer tubing porque tenían miedo de ese tubing que se había hecho popular por las drogas, alcohol, música ruidosa y gente ahogada en el río. ¡¡¡Las cosas han cambiado!!!
El tubing consiste en tirarse 3km río abajo dentro de un flotador gigante con el único impulso de la corriente del río. Si el día es soleado, no lo dudes. Puedes pararte donde quieras, bañarte, tomarte una cerveza en los bares que vas encontrando por el camino, disfrutar del paisaje de karst desde dentro del río…
Tuvimos suerte de que no había mucha gente y a ratos estuvimos solas en mitad del río, rodeadas de escarpadas montañas y naturaleza. En Enero el río no bajaba con mucha caudal así que hubo tramos en los que íbamos rápido con la fuerza del agua y otros tramos en los que nos tocó remar con los brazos.
Vang Vieng I: pedaleando entre arrozales
Nuestro primer día en Vang Vieng estábamos decididas a pasarlo en bicicleta.
La ruta son 30km y durante todo el camino vas pedaleando por extensos arrozales y bordeando el paisaje de “karst”, montañas altas y escarpadas, de Vang Vieng. Si vas con calma, coge los pequeños desvíos del camino para visitar cuevas.
A medida que te adentras en las montañas encuentras pueblos cada vez más pequeños a los que el asfalto no ha llegado ni tiene previsto llegar. ¿De dónde sale tanto niño? Esto es un no parar de bicicletas y mochilas. A los pocos kilómetros encontramos un colegio y esto es de las cosas que más me gustan.
¿Cómo llegar y dónde dormir en Vang Vieng?
En Vang Vieng nos alojamos en “Paradise guesthouse”. Son unos bungalows con jardín, baño, cama grande con mosquitera y hamaca. 50.000 kips = 4.50 Euros (2.25 por persona/noche) Eso sí, baño sin cadena. En Laos hay muchos sitios donde todavía usan un cubo de agua a modo de cadena.
A un lado del río está el centro de Vang Vieng con las calles ruidosas y llenas de oficinas turísticas. Si cruzas al otro lado del río encontrarás estos bungalows. También está “Maylin guesthouse” que era nuestro primera opción y era incluso más apetecible pero estaba lleno. Nos pasábamos la tarde-noche en esta guest house leyendo, tomando algo, escuchando música…
Para llegar a Vang Vieng desde Luang Prabang cogimos una van de 9 personas, 120.000 Kips= 11 Euros por persona. En este caso creo que compensa coger este tipo de furgoneta turística porque es más rápido y la carretera…verás!
Luang Prabang II: al otro lado del Mekong
Podría hacer la misma ruta que ayer y no me cansaría.Luang Prabang me ha atrapado al igual que a muchos otros viajeros que llevan aquí incluso semanas.
Ayer desde una terraza, vi que al otro lado del Mekong había unas pequeñas aldeas y vi que durante toda la mañana cruzaban canoas con laosianos y pensé “tengo que ir”.
Hoy es el primer día que realmente empiezo a tener contacto con la gente local, llegando a un sitio donde nadie habla inglés y donde la gente mira con curiosidad a la vez que se ríen. Esto es la otra cara de Laos, las casas de paja más humildes de lo que puedes imaginar, los mercados de comida montados sobre el suelo, los niños que van al colegio y otros que nunca llegarán a ir…
Cruzando la calle principal del pueblo llegas a un sendero de varios kilómetros por el que entre campos de plátanos y papayas encontrarás templos alejados de toda riqueza, simples lugares de meditación donde viven menos de diez monjes. Ellos mismos se encargan de pintar, reconstruir y decorar el templo.
Luang Prabang I: espíritu budista
La magia que envuelve Luang Prabang, ciudad patrimonio de la humanidad, se debe en gran parte a esa mezcla de pasado colonial francés y presente asiático.
Luang Prabang incita a desayunar crepes de banana y nutella, a admirar sus anchas avenidas con casas bajas y variopintas fachadas, a pedalear sintiendo la brisa del Mekong, a escuchar la música por todos los rincones, a hacer fotos, a visitar templos…Me he enamorado de esta ciudad!
A nivel monumental los templos de Laos no se pueden comparar con los de Tailandia. Sin embargo, en Laos los templos conservan la esencia budista que impregna la ciudad de misticismo y esa tranquilidad que se anhela en otros países vecinos.