Hamburgo

¡¡Gracias!! 🙂

No hay duda de que la historia de Berlín es increible pero para vivir, pasear o salir de fiesta me quedaría con Hamburgo.

Una cosa que me encanta de Hamburgo es que hay agua por todas partes. Mi paseo empezó en el centro de la ciudad donde se encuentra el lago Alster rodeado de árboles y edificios elegantes. Si en Berlín tuve la sensación de estar en una ciudad descuidada por el peso de la historia, en Hamburgo siento que estoy en una ciudad con clase.

Muy cerca del lago está la plaza “mayor”. Ayer, día soleado, estaba llena de vida. El ayuntamiento de Hamburgo abarca toda la plaza. Este edificio impone aires de grandeza y se parece a los grandes monumentos europeos que no ves en Berlín.

Berlín: cenas y cervezas

No todo iba a ser trabajar… Tuvimos buenos anfitriones que nos llevaron a cenar y a tomar cervezas por sitios con estilo 😉

Una de las cosas que más me gustó de Berlín fue la decoración, el ambiente alternativo, el “royito” de los bares. Un bar muy molón es el Yaam. , muuuuuuy de mi estilo. Así lo ve Coba:

“El Yaam es uno de los sitios más originales de Berlín. Especie de chiringuito, con arena de playa, vistas al canal, conciertos de reggae, restaurantes jamaicanos y pistas para hacer deporte. Lo que hace especial al Yaam es el ambiente multicultural, una mezcla de africanos, brasileños, egipcios, típicos hipsters berlineses…

Testigos de Berlín

Berlín es el claro ejemplo de que los monumentos son los testigos mudos de la historia.

Si la Puerta de Brandenburgo hablara…La puerta no tuvo elección y le tocó ser el sitio donde se celebró la llegada de Hitler al poder(1933).

Testigo de como los rusos celebraban la victoria contra los nazis (1945). Testigo de la división de Berlín ya que enfrente de la puerta se construyó el muro quedando la puerta en el lado Este o soviético (1961). Y testigo de la caída del muro (1989). ¿Qué mas episodios le esperan a la Puerta de Branderburgo?

La mayoría de los monumentos que visité en Berlín parecían como nuevos pero la realidad es que todos tuvieron que ser reformados porque la historia los rompió, bombardeó o quemó.

Belín: monumento al holocausto

En mi opinión, los memoriales no se hicieron para ser grandes obras de arte admiradas por medio mundo sino para rendir homenaje a personas o episodios de la historia, para conseguir ese efecto que hace que el viajero retroceda años atrás.

El memorial al holocausto tiene 2711 bloques de hormigón y está dedicado a todos los judíos que fueron asesinados durante el periodo nazi. Desde la llegada al poder de Hitler en 1933, los judíos fueron sometidos a un toque de queda, fueron expulsados de ciudades, se les prohibió el uso del transporte público, se les daba una cantidad de comida mínima…

Berlín: Check Point Charlie

Seguimos con la ronda histórica por Berlín. Otro sitio que me ha parecido bastante representativo es el Check Point Charlie, uno de los pasos fronterizos que servía para cruzar el muro entre Berlín Oeste y Berlín Este.

A través del Check Point Charlie sólo los diplomáticos de las fuerzas aliadas (Estados Unidos, Inglaterra y Francia) podían entrar a y salir de Berlín Este gobernado por los rusos.

El Check Point Charlie también se convirtió en testigo de una muerte injusta, la de Peter Fechter. Junto a su amigo intentó cruzar el muro pero fueron pillados por la guardia soviética cuando lo estaban escalando. La guardia soviética disparó y Peter murió pero su amigo que aun sigue vivo sobrevivió. En este artículo hay unas declaraciones suyas y se cuenta la historia más en profundidad “¿Por qué nadie ayudó a Peter Fechter?”

El muro de Berlín

Berlín no es una ciudad de monumentos ostentosos, ni grandiosos ni deslumbrantes. No encontrarás un parlamento londinense, ni una Torre Eiffel parisina.

En cambio, si encontrarás monumentos de un pasado reciente y con una historia estremecedora. Si no te gusta leer historia, siempre puedes ver un vídeo como este sobre “El muro de Berlín”.

Al comienzo de la Guerra Fría, Berlín quedó dividido en territorios que fueron repartidos entre los países aliados (Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña) y la URSS.

Los ciudadanos que vivían bajo el gobierno comunista empezaron a emigrar a los territorios occidentales en busca de progreso y mejores condiciones de vida. El gobierno soviético para evitar la fuga de la población decidió levantar el muro de Berlín en 1961. Esto dejó la ciudad dividida en Berlín Oeste y Berlín Este.

En Berlín del Este (ruso-comunista) la vida era complicada. Eran muchos los escritores, músicos, periodistas que vieron coartada su libertad de expresión (“La vida de otros”), las condiciones económicas no eran buenas, ni tampoco el desarrollo industrial y sobre todo había muchas familias que quedaron divididas por el muro y no pudieron verse durante años y años.